Joshua - Navidad 2014
lunes, 25 de marzo de 2019
lunes, 17 de noviembre de 2014
La Navidades del Mundo
La Navidades del Mundo
Son muchas las culturas en este mundo, cada una con sus propias leyes, gastronomía, costumbres, celebraciones, y no podía ser la excepción, su propia forma de celebrar la navidad, y si bien es cierto que la tendencia en el occidente es hacia Santa Claus, no es lo mismo en todo el mundo.
Por ejemplo:
Alemania: cartas para Christkind
Los preparativos comienzan el 6 de diciembre. Se hornean galletas y se decoran los hogares. Unos adornos tradicionales son pequeños muñecos de fruta. Los niños dejan sus cartas en las ventanas y están dirigidas a Christkind, una figura alada que distribuye regalos. Se cree que este Christkind es un ángel mensajero del Niño Jesús. Los alemanes son famosos por hacer unas encantadoras casas de jengibre.
Argentina: reunión familiar
La noche del 24 la familia se reúne, es decir los hijos y esposas (os) vienen a la casa de los padres, con los niños y previamente se han puesto de acuerdo para traer parte del menú que se comerá esa noche, como es pleno verano hace muchisímo calor (ej. espinal al 1/2 día), entonces la comida son ensaladas frías como la waldorf, carne asada, cerdo agridulce entre otras, en cuanto bebidas alcoholicas se toma la sidra, es muy parecida al vino cariñoso (porque está hecha con manzana) y de las costumbres Europeas les queda, que no iria, porque como sabes allá están en Invierno, el comer turrones y el pan dulce, nosotros lo llamamos panetone, tiene fruta abrillanda almendras y nueces. Justo a las 12 se quema muchisíma polvora, entre la familia se dan un beso y abrazo al igual que con los amigos. Entre los regalos que se dan eso si es cierto a las mujeres se les regala panties color rosa, para la buena suerte, a los niños casi siempre son juguetes o algo que tenga que ver con su equipo de futbol favorito. En cuanto a la noche del 31, es parecido pero ya no está toda la familia, porque por ejemplo si mi marido y yo la pasamos con los padres de él entonces el 31 le correspondería que la pasaramos con los míos, o donde un hermano(a) o amigos, pero como te digo ya no es tan importante. Pues también hay veces en que ya algunos han partido a veranear (vacaciones) en algún lugar. La noche de las velitas, no existe aquí, lo que sí se celebra es el día de la virgen (8 de Dic).
Australia: Una navidad un poco más caliente de lo normal
Una cena tradicional incluye pavo con jamón y plum pudding de postre. Algunos australianos celebran esta cena al aire libre, como la playa Bondi de Sydney. Desde 1937 en Melbourne se celebran los "Villancicos a la Luz de las Velas" en la víspera de Navidad. Esa noche la gente se reúne a cantar villancicos iluminados tan solo por velas.
Austria: mercados navideños
La Navidad empieza en Austria con el Adviento, cuatro semanas antes del 25 de Diciembre, donde los mercadillos son los protagonistas. En ellos se venden bolas de colores, brillantes, estrellas de paja y todo lo necesario para adornar el árbol. El Ayuntamiento de Viena prepara multitud de talleres para estas fechas. En las casas cuatro semanas antes se pone una corona con cuatro velas y se va encendiendo una cada semana. Los regalos se le piden al Niño Jesús que viene el día 24, deja los regalos en el árbol y se marcha. El plato típico que se tomaba antiguamente (ahora no tanto) era la carpa, ahora casi todo el mundo toma pavo, de postre galletas, manzanas y muchos dulces.En la noche de fin de año se toma el champagne en la Plaza de la Catedral de Viena, con música de valls que suena por toda las calles.
Noruega: velas, duendes y nieve
Los noruegos asocian la Navidad con la luz de las velas y el fuego en un rincón de la casa. El 13 de diciembre, día de Santa Lucía, comienzan los actos prenavideños, y esa misma noche los animales domésticos disfrutan de la primera cena especial de Navidad. Los noruegos decoran sus casas con canastas trenzadas, coronas de tallos de lino y figuritas de duendes con base de piñas o nueces.
En las mesas de los hogares noruegos nunca faltan recipientes de arroz, en los que se esconde una almendra que llenará de buenos augurios al afortunado comensal que la encuentre. Salmón, bacalao, albóndigas de carne, paté de reno con arándanos, crema de bayas. Un festín regado con abundante cerveza y akevitt -aguardiente noruego-, completan la gastronomía de estas fechas. Tras la cena, se ilumina el árbol de Navidad y los niños aguardan la llegada del julenisse, duende navideño que en Nochebuena se transforma en Papa Noël.
Italia: lentejas por uvas
En Nochebuena, las familias italianas se reúnen a la mesa para la tradicional cenone (la gran cena), cuyo menú está compuesto, según las zonas, de pasta rellena cocida en caldo de capón, espaguetis con almejas, anguilas, verduras y turrón. Esa misma noche los niños, reciben la visita de Papá Noel. Pero todavía hay más regalos, los que el 5 de enero reparte una bruja buena llamada Befana.
En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas para atraer la buena suerte en el nuevo año. Otra tradición muy popular y que, dicen, depara buena fortuna es la de regalar lencería roja. Muy arraigada está también la costumbre -entre romanos y napolitanos, especialmente- de arrojar los trastos viejos por la ventana como símbolo de un pasado finito.
Rusia: Matriuskas para los más pequeños
Siguen el calendario de la iglesia ortodoxa y, por ese motivo, las celebraciones son unos días más tarde. En los hogares rusos, la cena de Nochebuena está compuesta por doce platos, uno por cada apóstol. El pescado, acompañado por una sopa de remolacha, es el plato estrella de las mesas navideñas en este país. El día de Año Nuevo, los niños rusos reciben la visita del Abuelo de Hielo, también conocido como Maroz, que al igual que Papá Noel luce una gran barba blanca y viste anchas ropas rojas y botas negras. Tan entrañable personaje viaja acompañado de una ayudante, la Niña de Nieve, y (sólo entre los más pequeños) reparte juguetes, pasteles de jengibre y Matriuskas (muñecas rusas que contienen dentro de sí muñecas más pequeñas).
México: las Posadas y la Misa del Gallo
Aquí, los festejos navideños comienzan el 16 de diciembre con las Posadas (representación de la penuria que pasaron San José y la Virgen para encontrar posada en su viaje a Belén). Durante nueve días, hasta Nochebuena, las familias más proclives a respetar la tradición navideña se turnan cada noche y celebran una posada en su casa. Tras la representación, comienza la fiesta, en la que los niños rompen una Piñata que representa a Satanás, llena de naranjas, mandarinas, caña de azúcar y maní. El día de Nochebuena, la tradicional cena se celebra pasada la medianoche tras la misa. Este servicio litúrgico, la Misa del Gallo, se celebra también la última noche del año, cuando es costumbre barrer la casa para que la suerte entre limpia. El día de Reyes se celebra como en España, recibiendo a los Magos de Oriente y dando buena cuenta del Roscón.
Brasil: al ritmo de las olas en Copacabana
En la Navidad brasileña, el mar juega un relevante papel. En Nochevieja, el cielo de las playas cariocas de Ipanema y Copacabana se ilumina con los fuegos artificiales. En la legendaria Copacabana, las filhas do santo (sacerdotisas africanas) encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y regalos. Si la marea se los lleva, es un buen presagio, ya que significa queYemanjá, Diosa de los Mares, bendice el nuevo año. Esta misma deidad derrama sus bendiciones sobre los habitantes de la ciudad de Salvador de Bahía, que vestidos de blanco o del color del santo del candombé que reine durante el año entrante, bañan en el mar sus pies desnudos. Además, este año, los brasileños prepararon el árbol flotante de Río, reconocido por el Libro Guinness Records como el mayor de su tipo en el mundo, es una enorme estructura metálica en forma cónica que mide 85 metros de altura, pesa 542 toneladas y es iluminado por 3,3 millones de bombillas que forman figuras navideñas.
Japón: se limpian las casas
Cuando llega diciembre, los habitantes del país nipón se apresuran a saldar cuentas, a limpiar sus casas y enseres, e, incluso, a renovar el vestuario, como símbolo de la entrada del nuevo año. El día 31 de diciembre, se celebra el Omisoka o Gran Día Final del año. La tradición ordena que durante dicha jornada se realice una limpieza especial de la casa para, después, pasar a degustar con toda la familia las tradicionales tazas de fideos, símbolo de longevidad. Cuando el repique de las campanas de los templos señalan el inicio del nuevo año, los japoneses, fieles a la tradición, visitan el santuario sintoísta más cercano. Las celebraciones de estos festejos nipones de fin de año concluyen hacia el 4 de enero.
Reino Unido: muérdago contra la mala suerte
Para los británicos, el muérdago es un ícono de la Navidad. La rama de esta planta protege contra los males y trae la suerte a los hogares. La tradición es pararse debajo de una rama de muérdago y besar a la persona que se tiene enfrente, como símbolo de buen augurio.
India no comenzará su nuevo año hasta abril
El 25 de diciembre es fiesta nacional en la India, y los más de 20 millones de cristianos que viven en el país celebran la Navidad según las costumbres occidentales. El Año Nuevo, sin embargo, se celebra según el calendario lunar hindú, el 20 de abril, con grandes hogueras y baños rituales. Ese día millones de peregrinos se bañan en el Ganges o en pozos y estanques considerados sagrados. Pero la festividad hindú, con una estética más cercana a la Navidad, salvando las diferencias espirituales, es el Diwali. Durante dicha celebración, se adora a Lakshmi, diosa de la riqueza y la prosperidad, y amigos y parientes se reúnen para jugar a las cartas e intercambiar regalos.
La celebración judía
Janucá. Con esta fiesta los judíos conmemoran la purificación del Templo de Jerusalén en el año 165 a.c., tras la revuelta de los Macabeos contra el monarca seleúcida Antíoco Epifanes, que, siguiendo la tradición helenística de su dinastía, había implantando el culto a Zeus a fin de que los bíblicos israelitas asimilasen esa cultura.
La Navidad cristiana y la Janucá hebrea tienen muy poco que ver en su fondo, pero mucho que ver en la forma de celebración.
Si bien sus significados y sus orígenes son muy distintos, ambas festividades tienen en común, entre otros aspectos, la época en que se celebran, los ocho días de duración de la festividad hebrea y los ocho días de distancia entre la Navidad y el Año Nuevo cristiano, el carácter familiar y hogareño, los regalos para los más pequeños, la obligación de mostrar el símbolo de la festividad en lugar visible para todos y, por sobre todos los detalles, la importancia otorgada al elemento de la luz.
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